Más de cuatro mil análisis de laboratorio realizados en el último año avalan la buena calidad del agua del Colorado
10 Enero 2025
Desde las crecidas ocurridas a mediados de 2023 se ha incrementado significativamente la reserva de agua en Casa de Piedra. La mayor cantidad disponible del recurso hídrico no ha afectado la aptitud del agua para todos los usos en la cuenca.
La cuenca del Colorado atraviesa una situación hidrológica caracterizada por las crecidas de junio y agosto de 2023 y los importantes procesos de fusión nival de la actual temporada de verano y la del año anterior. Ello ha generado una oferta hídrica superior a los valores medios históricos, lo que permitió incrementar significativamente la reserva del embalse Casa de Piedra, alcanzando niveles que no se lograban desde hace 17 años.
Si bien en cuanto a la cantidad de agua la cuenca transita un periodo novedoso luego de más de una década de escasez, respecto de la calidad todos los resultados se mantienen dentro de los valores aceptables, no registrándose ninguna situación de alerta ni para el ambiente ni para los diferentes usos del agua.
Es importante destacar que las crecidas no provocaron derrames ni afectaciones ambientales por anegamientos de áreas petroleras, ya que las empresas operadoras realizaron cierres preventivos de pozos productores a través de un trabajo conjunto con las jurisdicciones provinciales y la Comisión Técnica Fiscalizadora (CTF – COIRCO).
Durante 2023 y 2024 se realizaron más de 4.000 determinaciones de laboratorio por año correspondientes a los distintos subprogramas de calidad de aguas que, como se hace habitualmente, fueron cotejados con los valores guías de distintos organismos y estándares nacionales e internacionales, y con la base de datos estadísticos del COIRCO, que contiene registros sistemáticos desde el año 2000.
Más de 25 años de monitoreos
La evaluación de la calidad del agua del río Colorado tiene una larga historia, que comienza con la creación de COIRCO y se incrementa con la ampliación de sus facultades y la conformación de la Comisión Técnica Fiscalizadora (CTF) en 1997 para el control de la actividad petrolera en la cuenca. A partir de entonces comienzan a diseñarse los distintos instrumentos de relevamiento de las fuentes de potenciales contaminantes.
Las herramientas de monitoreo comprenden la evaluación de distintas sustancias en tres matrices del ambiente acuático –agua, sedimentos de fondo y biota (peces)– sobre las que potencialmente podían impactar las actividades productivas desarrolladas en la cuenca (explotación petrolera, agricultura y ganadería) y los asentamientos poblacionales situados en las márgenes de los ríos Grande, Barrancas y Colorado.
El Programa Integral de Calidad de Aguas lleva a la fecha más de veinticinco años de ejecución ininterrumpida, publicándose sus resultados exclusivamente en informes anuales que están disponibles en el sitio oficial de COIRCO.
Los más de 30 puntos de muestreo, los resultados obtenidos hasta la fecha y la continuidad en la ejecución del análisis científico sobre la calidad del agua del Colorado son la base de la relación de confianza existente entre los diferentes usuarios del agua y el organismo de cuenca.