Fuente información Diario La Nueva Provincia – Jueves 19 abril 2012

El espejo de agua se ubica en las nacientes de uno de los dos afluentes principales del río Colorado. Se trata de dar tranquilidad a los pobladores ribereños situados aguas abajo, preocupados por lo que ocurrió en 1914, cuando prácticamente desapareció la laguna Carri Lauquen.

David Roldán

La estabilidad que presenta la laguna La Fea será motivo de un análisis geológico en los próximos meses.

La decisión se tomó después que autoridades del ministerio del Interior y del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO) efectuaran un relevamiento visual de este espejo de agua, situado en las nacientes del río Barrancas, uno de los dos afluentes principales del río Colorado.

«La impresión es que la laguna se halla en un momento de estabilidad», comentó José Luis Barbier, subsecretario de Fomento y Desarrollo Provincial de la cartera nacional.

El profesional llegó hasta el extremo norte del territorio neuquino en compañía del ingeniero Miguel Boyero, presidente del COIRCO y del ingeniero Néstor Lastiri, secretario de Recursos Hídricos de la provincia de La Pampa y delegado, por esa provincia, ante el COIRCO:

«Comprobamos, en el lugar, que la diferencia entre el nivel de la laguna y el coronamiento del terraplén de cierre es de 11 metros, lo que otorga una gran revancha en caso de posibles aumentos en el nivel, cosa que en los últimos cuatro años no ha ocurrido», acotó Barbier.

En esto coincidieron los ingenieros Boyero y Lastiri, más allá de reconocer que el viaje respondía a la inquietud puesta de manifiesto por los pobladores ubicados aguas abajo del extenso espejo de agua ubicado a nada menos que 2.500 metros sobre el nivel del mar.

«Será importante el estudio para tener una certeza científica de qué es lo que ocurre en esa materia geológica con las formaciones que contienen a La Fea», sostuvo Lastiri.

La mayor preocupación se ha generado en el área de Rincón de los Sauces, particularmente, después de los últimos sismos que se produjeron en el territorio chileno.

Es que, más allá del tiempo transcurrido, aún se recuerda que a fines de 1914, la rotura de la pared inferior de la laguna Carri Lauquen provocara una avalancha de agua que llegó hasta el océano Atlántico, provocando cientos de muertos y muchísimos daños materiales.

Reconocieron los funcionarios las dificultades que existen para acceder a la laguna, en virtud de que no existen caminos directos que llevan hasta esa zona neuquina, limítrofe con la provincia de Mendoza y con el vecino país de Chile.

«La laguna ha bajado en los últimos cuatro a cinco años, como consecuencia de años pobres en materia de nieve», comentó el ingeniero Boyero.

Fueron períodos muy magros, particularmente los dos últimos, lo que, por otro lado, produjo una bajante muy pronunciada en las reservas que existen en el dique Casa de Piedra y obligó a restricciones en el riego en el área bonaerense manejada por Corfo.

La Fea también descendió.

«A primera vista se habrían perdido entre 10 y 11 metros de altura», resaltó el ingeniero Boyero.

Desde 2004 la laguna está siendo monitoreada por una estación meteorológica instalada en uno de sus laterales, que no sólo recolecta datos sobre el estado del tiempo, sino sobre altura y niveles de oleaje que marcan los caudales.

El equipamiento, abastecido por energía solar, posibilita tener elementos de juicio diariamente, con lo cual, a la distancia y desde la sede central del COIRCO; en Bahía Blanca, se hacen análisis permanentes y se está atento ante cualquier situación inesperada.

La Fea tiene una extensión aproximada de 10 kilómetros, con un ancho aproximado a los 2 kilómetros.

La profundidad máxima fue establecida en unos 250 metros, con lo que ha llegado a almacenar unos 2.000 hectómetros cúbicos, poco más del 60 por ciento de lo que puede contener el lago Casa de Piedra.

Boyero puntualizó que, en ocasión de los dos últimos sismos ocurridos en territorio chileno, pudo detectarse un aumento instantáneo en el nivel de la laguna, monitoreado por la estación remota allí instalada.

Acotó que se tratará de insertar el trabajo en La Fea como una ampliación del estudio de riesgo de la cuenca del río Colorado que se viene realizando desde hace unos doce meses, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo a través de la Dirección Nacional de Inversión.

Las tareas, seguramente, se podrán emprender cuando pase el próximo deshielo en la alta cuenca.

En dos trazos

David Roldán droldan@lanueva.com

Recaudos

No es fácil imaginar una laguna en uno de las cumbres de la cordillera.

Sin embargo allí está La Fea, curiosamente bautizada así, cuando derrocha belleza desde cualquier lugar donde la observe.

Semeja un barco alargado protegido de formaciones rocosas de no mucha altura en casi todo su contorno.

Lo cual, a primera vista, le otorgaría mucha solidez.

De todas formas, llama la atención que en el extremo de la «nave» orientado hacia el territorio argentino, muestra una estructura semejante a un dique de llanura de mucha menor altura que aquellos cerritos duros en la apariencia y totalmente multiformes.

Detrás de esa presa, hoy el agua se hunde ciertamente mansa, hasta que el viento intenso y reiterado del Pacífico crea un oleaje tan constante como impreciso.

¿Por qué no todo el contorno es semejante? constituye, sin dudas, uno de los caprichos que ha tenido y tiene la naturaleza en cada formación montañosa.

De las rocas altivas se pasa a la franja de un ripio mayor que lo normal, duro y filoso, color amarillento.

La duda, la gran duda, es cómo es el corazón de ese dique y saber qué grado de fortaleza y consistencia tiene como para detener una masa de agua clara, transparente, pero para algunos ciertamente amenazantes, después de lo que pasó con la Carri Lauquen.

De ahí la importancia de que no nos quedemos con el impacto de la belleza que es sencillamente enorme en verano y magnífico.

Y aquí ha aparecido la decisión de las autoridades del ministerio del Interior y del comité que regula la actividad de la cuenca del río Colorado de hacer un análisis pormenorizado y profundo de la laguna.

Tomar recaudos permitirá tener la certeza de determinar cómo está hoy la estructura de La Fea y establecer qué podría suceder frente a algún movimiento sísmico en la región.

Más allá, claro está, de ser conscientes de que nunca sabremos cómo se puede comportar la Naturaleza cuando desata su furia…

David Roldán LNP

Fuente La Nueva Provincia

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