Los pronósticos de escurrimiento para el río Colorado para este año y el próximo indican que las condiciones hídricas de la cuenca son mejores que en los años precedentes, marcados por una escasez severa y prolongada.

 

Los aportes de agua que la cuenca ha recibido con los eventos de precipitaciones pluviales y níveas de junio y agosto, la cantidad actual de nieve acumulada y la perspectiva de nuevos evento mejoran el panorama.

 

Según información elaborada por la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica de la Nación, se espera para el Colorado un caudal medio entre octubre de este año y setiembre de 2024 de 151 m³/s, que aumenta a 217 m³/s si se considera solamente el periodo de aguas altas, hasta marzo 2024.

 

Si bien son buenas noticias, ante la incertidumbre sobre los próximos años COIRCO mantiene las medidas de cuidado en el uso del agua.

 

 

 

Entre la extensa lista de temas abordados por el Comité Ejecutivo en su última reunión del pasado 20 de octubre se encuentran los estudios de impacto ambiental de Portezuelo de Viento, la actualización de la información del alerta hidrológico del Curacó, el estado de avance en el análisis de imágenes satelitales y de radar que realiza CONAE en Laguna Fea, el control de efluentes de la planta de Pichi Mahuida y el estado de avance de Paso Alsina.

 

A su vez, se evaluó la franja de sensibilidad hídrica en la actividad petrolera, el inventario de instalaciones hidrocarburíferas que se encuentran dentro de la mancha de inundación considerando un caudal de 1.274 m³/s y el análisis de las acciones a realizar para mitigar el efecto de las crecidas sobre dichas instalaciones.